lunes, 23 de julio de 2012

La Responsabilidad Social del Gobierno. Parte I.

La responsabilidad social del Gobierno. Parte I.

Cualquier persona que habitualmente esté informada (me refiero a los que escuchan la radio, ven la televisión, leen los periódicos y les interesa lo que ocurre en el país), no puede dejar de estar preocupada por lo que está aconteciendo: endeudamiento privado, prima de riesgo, déficit en las cuentas del estado, problemas en la banca, burbuja inmobiliaria,… es decir, catástrofe económica y España al borde del “precipicio”. Es para estar alarmados. La cuestión es que los ciudadanos nos preguntamos ¿qué hemos hecho nosotros para que merecer esto? Haciendo una breve historia, podemos afirmar que los sucesivos gobiernos de los últimos 16 años no han sido capaces de encarrilar el país ni hacer las reformas estructurales (¡que bonita frase y que pocos saben lo que significa referida a la crisis!) que España necesita y los mercados nos exigen. Queremos con ello decir que todos los gobiernos, en lo que les toca, han pinchado. Y ahora gobierna Rajoy, es decir el Partido Popular, por que así lo ha querido una mayoría amplia. Y les ha tocado bailar con la más fea: la crisis en las narices. ¡Es lo que tiene gobernar! Veamos que nos están proponiendo.

Subida del IVA. Antes los que menos, ahora los que más o casi. Teniendo el nivel de parados más alto de Europa y uno de los niveles de consumo más bajos, ¿qué vamos a hacer?
Unos dicen: Es necesario incrementar los ingresos para mantener el estado de bienestar;
los otros:  Es la medida ideal para solicitar el rescate. Claro que no nos importaría que se subiera a productos que no son de consumo normal o mayoritario. Por ejemplo, joyas, coches de lujo, tabaco, bebidos alcohólicas, cierto tipo de viviendas...




Desempleo.  Continuará creciendo, nos dice Rajoy, hasta 2014 y se remata con alguna frase ya famosa dicha en el Congreso. Pero los parados son ahora mismo los españoles más débiles, y habría que protegerlos, y la gran mayoría continúa haciendo frente a sus deudas. Recortar la prestación por desempleo aumentará el índice de morosidad, retraerá el consumo e incrementará la pobreza, en general, y abocará a muchas familias a niveles no vistos en la democracia. Por si eso es poco, quitan la prestación o subsidio a los mayores de 45 y aumentan de 52 a 55 años la edad para poder acogerse al subsidio de mayores desempleados. Además, quitan las aportaciones a casi todo tipo de contrato y bajan del 60 al 50 % de la base lo que se les pagará a los parados a partir del sexto mes.

Nacionalización de bancos y privatización de empresas. Todo banco que por su mala gestión en el pasado se encuentre en necesidad de ser rescatado, será (ha sido) nacionalizado. El Gobierno se encargará de que el dinero inyectado se dedique a abrir el grifo del crédito y cuando la situación mejore, se procederá a la venta de la entidad para recuperar la inversión Y si una empresa, organismo o entidad oficial se puede privatizar, así se hará. 
Y los especialistas dicen, la nacionalización de la banca por sí sola no soluciona los problemas de los bancos. Necesitan capital para poder darlo. Si ellos no lo tienen alguien tiene que dejárselo. Los bancos no pueden fabricar dinero al estilo Zapata. Esto significa que si son nacionalizados, el estado debe cubrir los agujeros y no se si España puede hacerlo ahora. Aparentemente, no. Otra cosa es que el dinero se consiga a través de la UE como préstamos y sin que aumente las cargas del estado (déficit). Estamos a favor de la creación de una banca nacional, pero sin riesgos y gestionada por profesionales. Ya sabemos lo que ocurre si son los políticos los que ocupan los cargos. Y también estamos a favor de un "banco malo" que absorba las viviendas no vendidas, al mismo tiempo que se cree una agencia estatal de vivienda para la venta o el alquiler de estos a precios asequibles. Y mejor no hablar del color de los que se han llevado las indemnizaciones que por contrato tenían firmados en sus “fincas particulares” (empresas o Cajas).

Iglesia. Ya que hace unos años el Partido Popular dijo que debía quedar reflejado en la Constitución la influencia de la cultura cristiana (católica, claro) debido a nuestra gran tradición, es lógico concluir que no deben pagar nada. Otros pensamos que debería recibir donaciones de los feligreses que voluntariamente accedan a concederla, bien sea directamente o bien sea marcando la casilla en la declaración de la renta, pero, de ningún modo, debe ser subvencionada con dinero público. Si las cuentas no nos fallan, la Iglesia, si fuera estado a la usanza habitual, sería la octava potencia del mundo. Pero no, se les hacen leyes a su medida  para poder apropiarse de bienes que no estén inscritos en el registro y que hayan sido usados por la iglesia (en su mayoría cesión por parte de los pueblos). Pero ahí no acaba la cosa: debemos pagar la enseñanza de la religión, de los profesores y de los curas y obispos. No estaría de más una nueva desamortización y elevar a los altares a Mendizábal y así dejar de pagar por ver las obras de arte que nuestros pasados hicieron y que han sido monopolizadas por la iglesia.

Y mucho nos tememos que esto solo acaba de empezar.

Javier Colino
Consultor RSC

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