Artículo
extraído de Blog Ana Hernandez Serena, Historias de Emprendedores
Ana Hernández Serena
Es la hora de la innovación |
Hay muy pocos clientes que me pidan que les ayude con sus
procesos de innovación, la mayor parte de ellos me cuentan que las cosas no van
del todo bien y que son conscientes de que tendrían que darle una vuelta más al
negocio. No tienen claro que es lo que necesitan cambiar, pero detectan que hay
que hacer algo y ese algo, es un proceso de innovación.
En estos casos, lo primero que hacemos es analizar el
modelo de negocio partiendo de cuáles son las actividades clave de la empresa y
los recursos con los que cuenta para detectar dónde se pueden implementar
cambios:
- En la oferta (simplificándola, desarrollándola con servicios adicionales, combinándola, ofreciendo packs, especializándome, etc.)
- En los clientes (dirigiéndolo a otros segmentos relacionados o no con los actuales)
- En la relación que tenemos con nuestros clientes (desarrollando experiencias, personalizando o siendo más impersonales,
- En la forma de comunicarnos (mejorando nuestra imagen, explicando todos los servicios que hacemos
- En el proceso (analizando cómo lo hacemos y porqué para ver otras formas distintas de hacerlo, desde la compra de materias primas hasta la logística)
- En los colaboradores (analizando posibilidades de desarrollar nuestro negocio apoyados en otros aliados)
- En los ingresos (analizando nuevas formas de obtener ingresos)
- En los costes (identificando los gastos “prescindibles”)
Para conseguir resultados innovadores en este proceso
trabajamos con herramientas de creatividad y sorprende ver cómo disfrutan en el
proceso.
Una vez realizado este análisis del modelo de negocio,
pasamos a analizar el mercado y la competencia “hay que estar a la última”:
- Nuevas tendencias
- Nuevos nichos de mercado
- Nuevos productos y servicios
- Aplicación de nuevas tecnologías
- Vigilancia de la competencia (de esos competidores que te pueden pisar a un cliente pero también de uno o dos que te gusta cómo trabajan y los tienes como referencia).
Y cuando tenemos todos estos datos cerramos el proceso
escuchando al cliente tipo de la empresa . No son momentos sencillos tampoco
para los clientes y por ello vale la pena dedicarles una reflexión para conocer
lo que dicen, pero también lo que piensan, lo que ven y lo que escuchan. Si
somos capaces de conocer las fortalezas de nuestros clientes y los desafíos a
los que se enfrentan, seremos capaces de ofrecerles una oferta adecuada a sus
necesidades y que supere sus expectativas, si ya somos capaces de emocionarles
y sorprenderles, dejaran de ser sólo clientes y se convertirán en
prescriptores.
Pero lo que siempre les digo a los clientes es que en este
proceso de innovación no hay que perder la esencia ni la pasión que llevo a
crear la empresa porque sin esencia y sin pasión es muy difícil construir una
oferta de éxito.
InnoSIB, transformando las ideas excelentes en realidades tangibles
Foto cortesía : Freeimages