lunes, 30 de julio de 2012

La responsabilidad social del Gobierno. Parte II.


La responsabilidad social del Gobierno. Parte II

Como continuación del articulo anterior del mismo título.

I+D+i. Se recorta en todos los ámbitos de la ciencia y la investigación. Tenemos buenos científicos y nos podrían servir para rebajar el gasto sanitario y, por tanto, solucionar parte del déficit. Cualquier inversión en I+D+i a medio y largo plazo es positiva y fomenta el empleo. Por poner ejemplos sencillos, los satélites enviados recientemente influyen en la predicción del tiempo y esto tiene una aplicación clara en la agricultura. Gran parte de las cosas que hoy consideramos habituales, han sido gracias a la investigación espacial: móviles, GPS, imágenes digitales, etc. Los beneficios pueden ser grandísimos, pero hay que aplicarlos bien, como todo. Es por tanto fundamental para el futuro invertir en Educación y en I+D+i. Este es uno de los cambios estructurales que demandamos para nuestra generación y país futuros. Otro ejemplo, las energías renovables, un sector al que lejos de apoyar, se está castigando. España necesita cubrir el hueco del PIB que dejó la burbuja inmobiliaria, y ese hueco debemos encontrarlo en sectores donde estemos bien posicionados. Además del turismo, España tiene las mejores condiciones climáticas de toda Europa para ser líder en la generación de energía solar y eólica. Y tenemos una de las mejores empresas a nivel mundial en energía eólica (Gamesa). Este sector podría generar puestos de trabajo a un nivel similar a lo que en sus días hizo la construcción. Las renovables están bien, pero hay que analizar su coste. Si es pagando un sobrecoste del 525% no estamos de acuerdo. Hay que fomentarlas, pero apoyando la investigación (volvemos nuevamente a la I+D+i) y no la generación, que es lo que se ha hecho hasta ahora. Esto solo beneficia a las empresas generadoras (Endesa, Iberdrola, etc.), que, además, son las que se llevan el beneficio en la distribución. Es más importante, desde nuestro punto de vista, solucionar el problema de la deuda eléctrica y el coste real de la misma. El Gobierno ni la toca y nos sube la electricidad.

Edad de jubilación. Hay que aumentarla y cuanto antes mejor. Hay que trabajar más años para poder sufragar los gastos de las jubilaciones y hacerlo sostenible para las generaciones venideras, nos han dicho. Alargar la edad de jubilación fomentará el desempleo juvenil ya que el hueco que dejarían en las empresas sería ocupado por los jóvenes. ¿Qué hacemos con los mayores? Les recortamos beneficios adquiridos. Es cierto que si se alarga la edad de jubilación no se puede cubrir el puesto por jóvenes. Pero eso no impide que sea voluntario o que una persona quiera trabajar media jornada siendo la otra media compartida por un joven o, durante un tiempo definido, que un joven y un mayor compartan el puesto y se pueda considerar periodo de aprendizaje (pagando a ambos, por supuesto) y favorecido por el estado de alguna manera. No está de más pedir algo de imaginación al Gobierno ante la falta de ideas.

Fiscalización. ¡Qué podemos decir de esto! Los que hace unos años en Galicia se dedicaban a entrar y salir con grandes y rápidas barcas fueraborda cargadas de productos que fomentaban la alegría en los jóvenes (drogas para los que no lo entiendan), con algún que otro resultado de muerte y que no podían ingresar el dinero en los bancos ya que no se podía demostrar su procedencia, ahora pueden redimirse y aflorar ese dinero por un “módico” 10% sobre lo que en su día deberían haber pagado. ¡Generoso Gobierno! Lo mismo para esas personas que no saben lo que hacer con el dinero y se lo llevan a otros países porque aquí pretenden cobrarles impuestos. ¡Qué vuelvan todos (los dineros) y, además, les invitamos a comer (a sus dueños) por benefactores!, dicen desde el Gobierno, en restaurantes de lujo como hicieron algunos de sus miembros después de escuchar el tan bienvenido y bien leído discurso de su jefe ese famoso 11 de julio en el Congreso En unos años se irán a celebrarlo a Eurovegas y, de paso, echarán unas manitas al poker, claro, ya que se juegan el dinero (de otros, por supuesto), no al mus que solo se apuestan los cafés y las copas. Y para que recordemos más y mejor su obra, nos incrementan el IRPF a los asalariados, las cotizaciones a los autónomos y maltratan un poco la educación y la sanidad para que sean privadas y agasajar a sus amigos

Fraude. ¿Qué es? ¿Para que gastar más recursos en investigarlo? Según el Gobierno no debe haber mucho en España ya que no merece ni mención ni investigación. Lo cierto es que ningún Gobierno a partir de 1996 ha sido capaz de hacer nada. Y, sin embargo, los especialistas hablan de cifras que no alcanzamos a imaginar (60 o 70.000 millones de euros ¡al año!) que viene a ser lo que se necesita para rescatar a la banca. Proponemos tasas extraordinariamente altas para los defraudadores, más cárcel, y para los que se llevan el dinero a paraísos fiscales. Demandamos un acuerdo de la UE para no reconocer a los paraísos fiscales o penalizarlos de alguna manera, aunque conllevaría otros problemas. Por ejemplo, Holanda, Luxemburgo y ciertos lugares de Gran Bretaña están considerados paraísos fiscales. ¡Y que paguen algo más los ricos! Ya que los pobres estamos exprimidos y ya nos queda poco jugo.

Administración y Políticos. Hay que cambiarlos para que todo siga igual. Es cierto que la mayor parte de los políticos son honrados y no debemos hacer demagogia con esto ya que podemos penalizar a todos por unos cuantos "chorizos". Pero creemos necesaria una reestructuración del estado: Administración central, autonómica y local. Ahí tendríamos una buena medida para valorar a nuestros políticos. Se pueden eliminar ayuntamientos y diputaciones, convertir las autonomías en estados federados, pero reduciendo mucho el número (5 ó 6 estados) y con igualdad de competencias, revisar la forma de acceso al estatuto de funcionario, evaluar los puestos en todas las administraciones, eliminar asesores y personas designadas a dedo, eliminar organismos sin competencias o su reconversión (Senado y muchos departamentos descentralizados, etc.) y aunque las dietas de los políticos son "pecata minuta" (inapreciable) en los presupuestos del estado, es un buen gesto hacia los ciudadanos. Con todas estas medidas ya se han eliminado más de la mitad de los políticos, pero de una forma racional. Sin embargo, no, Rajoy impulsa las diputaciones, elimina las mancomunidades, reduce el número de concejales (la mitad de ellos no cobran) y, eso si, establece salarios fijos para alcaldes y concejales según las poblaciones donde desempeñen los puestos. Habrá que ver.

Y mucho nos tememos que esto solo acaba de empezar. 

Javier Colino
Consultor RSC

lunes, 23 de julio de 2012

La Responsabilidad Social del Gobierno. Parte I.

La responsabilidad social del Gobierno. Parte I.

Cualquier persona que habitualmente esté informada (me refiero a los que escuchan la radio, ven la televisión, leen los periódicos y les interesa lo que ocurre en el país), no puede dejar de estar preocupada por lo que está aconteciendo: endeudamiento privado, prima de riesgo, déficit en las cuentas del estado, problemas en la banca, burbuja inmobiliaria,… es decir, catástrofe económica y España al borde del “precipicio”. Es para estar alarmados. La cuestión es que los ciudadanos nos preguntamos ¿qué hemos hecho nosotros para que merecer esto? Haciendo una breve historia, podemos afirmar que los sucesivos gobiernos de los últimos 16 años no han sido capaces de encarrilar el país ni hacer las reformas estructurales (¡que bonita frase y que pocos saben lo que significa referida a la crisis!) que España necesita y los mercados nos exigen. Queremos con ello decir que todos los gobiernos, en lo que les toca, han pinchado. Y ahora gobierna Rajoy, es decir el Partido Popular, por que así lo ha querido una mayoría amplia. Y les ha tocado bailar con la más fea: la crisis en las narices. ¡Es lo que tiene gobernar! Veamos que nos están proponiendo.

Subida del IVA. Antes los que menos, ahora los que más o casi. Teniendo el nivel de parados más alto de Europa y uno de los niveles de consumo más bajos, ¿qué vamos a hacer?
Unos dicen: Es necesario incrementar los ingresos para mantener el estado de bienestar;
los otros:  Es la medida ideal para solicitar el rescate. Claro que no nos importaría que se subiera a productos que no son de consumo normal o mayoritario. Por ejemplo, joyas, coches de lujo, tabaco, bebidos alcohólicas, cierto tipo de viviendas...




Desempleo.  Continuará creciendo, nos dice Rajoy, hasta 2014 y se remata con alguna frase ya famosa dicha en el Congreso. Pero los parados son ahora mismo los españoles más débiles, y habría que protegerlos, y la gran mayoría continúa haciendo frente a sus deudas. Recortar la prestación por desempleo aumentará el índice de morosidad, retraerá el consumo e incrementará la pobreza, en general, y abocará a muchas familias a niveles no vistos en la democracia. Por si eso es poco, quitan la prestación o subsidio a los mayores de 45 y aumentan de 52 a 55 años la edad para poder acogerse al subsidio de mayores desempleados. Además, quitan las aportaciones a casi todo tipo de contrato y bajan del 60 al 50 % de la base lo que se les pagará a los parados a partir del sexto mes.

Nacionalización de bancos y privatización de empresas. Todo banco que por su mala gestión en el pasado se encuentre en necesidad de ser rescatado, será (ha sido) nacionalizado. El Gobierno se encargará de que el dinero inyectado se dedique a abrir el grifo del crédito y cuando la situación mejore, se procederá a la venta de la entidad para recuperar la inversión Y si una empresa, organismo o entidad oficial se puede privatizar, así se hará. 
Y los especialistas dicen, la nacionalización de la banca por sí sola no soluciona los problemas de los bancos. Necesitan capital para poder darlo. Si ellos no lo tienen alguien tiene que dejárselo. Los bancos no pueden fabricar dinero al estilo Zapata. Esto significa que si son nacionalizados, el estado debe cubrir los agujeros y no se si España puede hacerlo ahora. Aparentemente, no. Otra cosa es que el dinero se consiga a través de la UE como préstamos y sin que aumente las cargas del estado (déficit). Estamos a favor de la creación de una banca nacional, pero sin riesgos y gestionada por profesionales. Ya sabemos lo que ocurre si son los políticos los que ocupan los cargos. Y también estamos a favor de un "banco malo" que absorba las viviendas no vendidas, al mismo tiempo que se cree una agencia estatal de vivienda para la venta o el alquiler de estos a precios asequibles. Y mejor no hablar del color de los que se han llevado las indemnizaciones que por contrato tenían firmados en sus “fincas particulares” (empresas o Cajas).

Iglesia. Ya que hace unos años el Partido Popular dijo que debía quedar reflejado en la Constitución la influencia de la cultura cristiana (católica, claro) debido a nuestra gran tradición, es lógico concluir que no deben pagar nada. Otros pensamos que debería recibir donaciones de los feligreses que voluntariamente accedan a concederla, bien sea directamente o bien sea marcando la casilla en la declaración de la renta, pero, de ningún modo, debe ser subvencionada con dinero público. Si las cuentas no nos fallan, la Iglesia, si fuera estado a la usanza habitual, sería la octava potencia del mundo. Pero no, se les hacen leyes a su medida  para poder apropiarse de bienes que no estén inscritos en el registro y que hayan sido usados por la iglesia (en su mayoría cesión por parte de los pueblos). Pero ahí no acaba la cosa: debemos pagar la enseñanza de la religión, de los profesores y de los curas y obispos. No estaría de más una nueva desamortización y elevar a los altares a Mendizábal y así dejar de pagar por ver las obras de arte que nuestros pasados hicieron y que han sido monopolizadas por la iglesia.

Y mucho nos tememos que esto solo acaba de empezar.

Javier Colino
Consultor RSC

martes, 17 de julio de 2012

El departamento de X+I


Empezamos a tener la archipresente palabra crisis adentrada en todo nuestro ser y sus circunstancias de una manera apabullante, abrumadora, yo diría incluso, asfixiante. Forma parte ya de una manera absurdamente natural de nuestras conversaciones, de nuestros actos, de nuestros pensamientos, incluso de nuestras excusas, que es peor.
Uno de los aspectos en que la denostada crisis ha hecho hincapié ha sido en los profesionales de alta experiencia, en aquellos que acumulan carreras de más de treinta años a sus espaldas, provenientes de casi todos los sectores aunque fundamentalmente con orígenes en los servicios. Profesionales que desde los alrededores de la cincuentena han visto cómo sus cimientos (nada que ver en la mayoría de los casos con los famosos cimientos endebles y quebradizos de la burbuja del ladrillo) se han resquebrajado, se han venido abajo, han mostrado una cara que no vislumbraban en todos aquellos años de la denominada bonanza económica (si es que lo era).
¿Y ahora qué? Esta interrogación es la tan temida pregunta que cualquiera de estos profesionales perplejos y desconcertados por una perspectiva poco o nada evaluada, ni siquiera prevista, casi ni se atreven a hacerse a sí mismos y mucho menos a los de su entorno más cercano.
El abuelo tiene un plan
Pues ahora toca no abandonar, toca pensar, toca actuar, toca alimentar pequeñas esperanzas por alejadas que parezcan de las propias capacidades. Ya sabemos (mira que se está repitiendo la consabida definición) que crisis es cambio, transformación, metamorfosis. Pero crisis es etimológicamente (en griego) separar, decidir, reequilibrar. Además, existe idéntica raíz en palabras como: criterio (discernimiento, juicio, norma para conocer la verdad), crítica (separar lo bueno de lo malo), criba (selección rigurosa), crispar (causar contracción repentina y pasajera).
Es decir, toca decidir, toca aportar, toca enjuiciar, toca reequilibrar. Lo que en verdad debería tocar es proclamar cuan de interesante es aunar el pasado con el futuro, el bagaje de tantas vicisitudes con las fuerzas de mejorar y perfeccionar, tanta acumulación de información de tantos años con tantas posibilidades de utilizarla en las nuevas mecánicas; en definitiva, aunar, combinar, armonizar, acoplar la experiencia (X) con la innovación (I) en una nueva fórmula que permita a las empresas, a la política, a la sociedad y, por tanto, a las personas, extraer lo bueno de la madurez con lo mejor de la juventud. Todo el mundo es necesario si se conjugan adecuadamente por un bien común los diferentes elementos de una valiosa mezcla.
Ahora que las edades profesionales van a tender a alargarse (por los diferentes factores que todos sabemos) los nuevos departamentos de X+I se harán imprescindibles para cualquier organización responsable, emprendedora, audaz, solvente, donde se busquen con ingenio las nuevas fórmulas en que la experiencia trabaje al servicio de una compañía sin que suponga para esta ningún hándicap y se integre con la juventud con el fin de que juntos aporten la innovación necesaria para que el conjunto gane enteros a todos los niveles.



Ángel Luis Herrero
Socio Consultor en InnoSIB

Foto cortesía  Dreamstime


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