martes, 15 de noviembre de 2011

Candidatos “enredados”: consejos para manejarse en las redes sociales

En vísperas del 20-N, ni Rubalcaba ni Rajoy han tenido éxito en su campaña por las redes sociales, a las que han hecho varios “guiños”. Ni uno ni otro –ni sus asesores– parecen haber entendido que no sirve la estrategia electoral “tradicional” en ellas.


Desde que Obama movilizó por Internet a sus seguidores en las presidenciales estadounidenses de 2008, ambos candidatos son conscientes de la influencia de la Red. Lo han comprobado con la participación masiva de los jóvenes en los debates electorales del Reino Unido a través de Twitter, el año pasado (¡¡¡26,7 ‘tweetts’ por segundo!!!); con la implicación de los islandeses en la reforma de su Constitución; con la “Primavera Árabe” (en países con menor desarrollo tecnológico y mayor control de las telecomunicaciones); con las movilizaciones de la Plaza Syntagma de Atenas (Grecia); el 15-M en España, las protestas estudiantiles en Chile; las revueltas de Italia, Irlanda, Portugal, Eslovaquia, India, China… Los dos han querido estar activos en la “Política 2.0”. Pero apenas han abierto sus perfiles en Twitter y Facebook, han sufrido descalabros por no saber utilizarlos.

Rubalcaba

Si en 2004 los estrategas socialistas supieron utilizar la telefonía móvil para “hacer campaña” con los SMS del “pásalo…” y lograron aupar al poder a Zapatero (algo en lo que tuvo que ver don Alfredo), en las últimas municipales, en mayo, el ‘hastag’ (etiqueta) #psoered se convirtió en ‘trending topic’ (la “comidilla” de toda la vida, pero en el argot de Twitter), con un sinfín de ‘tuits’ (forma castellanizada del ‘tweett’) o comentarios negativos, porque no supieron llegar a los usuarios. Además, una vez celebradas estas elecciones, dejaron de actualizarlo.

En septiembre, Rubalcaba empezó con buen pie. El conductor del programa de La Sexta “Salvados”, Jordi Évole, alias “El Follonero”, lanzó un reto a ambos candidatos, consistente en que el primero que le respondiera por Twitter conseguiría un “Salvados” para él. Don Alfredo no sólo fue el más rápido, sino que supo mantener con Évole un diálogo virtual que estuvo a la altura de “El Follonero” y que llevó a Twitter a la plena efervescencia y a su ‘hastag’ al “número uno” de la red social en esos días. Pero ahora los responsables de su campaña han creado otros dos ‘hastag’, o etiquetas, con resultados más que mejorables.

El primero ha sido #votaPSOE. En Ferraz han pretendido que fuera ‘trending topic’. Y sin duda lo ha sido, pero para mofa general de los ‘tuiteros’, que han dicho que creer que Rubalcaba puede ganar las elecciones con muchos ‘retuits’ es como pensar que Justin Bieber puede conseguir un Premio Nobel así.

La segunda “ocurrencia” ha sido peor, y peores aún las críticas. Se trata de un programa de puntos con el que han pretendido atraer a los ‘tuiteros’. Cuantos más apoyos envíen estos, más puntos obtienen para canjear por regalos. Obsequios como una taza térmica, un bálsamo labial, un polo rojo y otros que se suelen cambiar por cupones en un supermercado de barrio.

Rubalcaba ha tenido una iniciativa más de cara a la galería. El pasado día 11 se sometió en la sede del PSOE en Ferraz a una ‘twitter-entrevista’. Las preguntas se las iban formulando los internautas por Twitter y el candidato socialista no podía extenderse más de nueve segundos en sus respuestas, porque nueve son los segundos que se tardan en leer los 140 caracteres de un ‘tuit’. Se buscaba notoriedad, pero esta relación “tiempo de respuesta/extensión de los tuits”, además de ser como la relación “culo/témporas”, resultó tan estresante que, más que un acto electoral, pareció el “Pasapalabra”.

Rajoy

Don Mariano no ha estado más acertado. En septiembre, al mencionado reto que había lanzado “El Follonero” se limitó a contestar: “habla con prensa”. Esta fue toda su respuesta a la insistencia de Évole para que el líder del PP accediera a interactuar por Twitter con él como lo había hecho su contrincante socialista.

Más adelante, ya en octubre y con vistas a la Convención del PP en Málaga, los “cerebros” de Génova pidieron permiso a los seguidores del partido para meterse en sus perfiles de Twitter y Facebook, para verter en ellos la “doctrina oficial”, lo que va contra la esencia misma de cualquier red social. La “ocurrencia” dio lugar a un ‘hastag’ que causó furor: #prostuit. Ni que decir tiene de qué iba dicha etiqueta.

Poco después, con motivo de Halloween, un miembro de Twitter colocó como avatar propio la imagen de Rajoy. El PP le remitió un ‘tuit’ en el que le pedía por favor que quitara la foto. ¿Resultado? Multitud de ‘tuiteros’ abrieron el canal @avatarmariano en apoyo del citado internauta, que fue uno de los más consultados durante días.

El Community Manager de Mariano Rajoy es Eduardo Baeza, Master por la Universidad de Hardward (Estados Unidos) y artífice del perfil del líder del PP en Twitter, @marianorajoy. A Baeza no se le ha ocurrido mejor cosa que enzarzarse en discusiones con los ‘tuiteros’ más críticos, como Samanta Koziner (@SammyJons) o Inma Ferragud (@InmaFerragud), que es como tratar de apagar un fuego con gasolina.

A @marianorajoy no tardó en salirle un perfil paródico: @NanianoRajoy, que hizo furor con las continuas sátiras del programa electoral del PP. A @NanianoRajoy le cerraron la cuenta de Twitter, pero resurgió. Se la han vuelto a cerrar y este hecho ha causado indignación en la red social, donde acusan al PP de estar detrás de la censura. Ahora está en marcha la operación “¡Liberad a @NanianoRajoy!”; los ‘hashtag’ #freenaniano y #debatenanianorajoy aspiran a convertirse en ‘trending topics’ y han nacido nuevos ‘clones’ para ocupar su puesto: @NanianoReturns, @MarainoRajoy, @Naniano2, @MairenaRajoy, @MarianoBajoy…

En pleno frenesí de @NanianoRajoy, Eduardo Baeza (que se casó el sábado 5 de noviembre con la “triunfita” Mai Meneses, hoy cantante del grupo de pop–rok Nena Daconte) publicó un ‘tuit’ en el que reconocía que el PP comunicó la existencia de esta cuenta a Twitter, pero que fue esta red social la que tomó la decisión de clausurarla.

Buenas prácticas

El manual básico para desenvolverse correctamente en redes sociales consta de un buen número de normas elementales que ni Rubalcaba, ni Rajoy ni sus respectivos asesores han tenido en cuenta. Hacer una relación exhaustiva de todas ellas haría este ‘post’ aún más largo de lo que ya es, así que destacamos sólo algunas de las que consideramos más importantes:

1º.- Don’t feed the troll!

En la jerga de Internet, un ‘troll’ es un mensaje u otra forma de participación que busca intencionadamente molestar a los usuarios, crear controversia, provocar reacciones predecibles –especialmente de los usuarios novatos– con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien provocar ‘flamewars’ (“guerra en llamas”), enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí.

El ‘troll’ puede adoptar diferentes apariencias, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, a sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir y provocar la reacción de los demás. Se llama así a las personas que incurren en estas prácticas. Su origen etimológico evoca la idea de “morder el anzuelo” (‘troll’ es un tipo de pesca en inglés). La frase “Don’t feed the troll!” (“¡No alimentes al troll!”) hace referencia a que nunca se debe seguir el juego a estos “agitadores” de las redes sociales. Algo que muy especialmente Eduardo Baeza (PP) no ha tenido en cuenta.

2º.- Debates constructivos, en positivo

No hay que huir de los debates. Recordemos el proverbio: “De la discusión sale la luz”. Pero cuando se entra en algún contraste de pareceres no se debe de escribir en mayúsculas (se considera gritar y dificulta la lectura en la pantalla del ordenador), hay que expresarse siempre “en positivo”; compartir conocimiento; mostrar el lado bueno de uno mismo; respetar la privacidad (y no pedir permiso para utilizar perfiles ajenos, como hizo el PP); respetar siempre el tiempo de los demás (sin el agobio de los nueve segundos por respuesta de la ‘twitter-entrevista’ de Rubalcaba) y, en definitiva, mostrarse y comportarse con cortesía.

Es fácil caer en la tentación de vulnerar las normas más elementales de educación al estar escondido tras un perfil que oculta la verdadera identidad.

3º.- Evitar los abusos

En las redes sociales todos estamos a la misma altura; es la red social la que hace distinciones al considerar a un usuario “influyente” por los méritos que adquiere con sus intervenciones. El ‘status’ del mundo “off-line”, en principio, no tiene por qué ser determinante. Hay que ser humilde. En ningún caso se debe abusar de ninguna posición de poder y siempre hay que perdonar los errores de los demás.

4º.- Las redes sociales son conversaciones, no mercados: “¡Empatiza!”

Facebook ha prohibido expresamente abrir perfiles con fines publicitarios convencionales. Su filosofía y la clave de su éxito consisten en adoptar una modalidad de marketing nunca antes probada, pero basada en el clásico método empírico de “prueba-error”. Por eso, en esta red social proliferan las páginas de ‘fans’ de los más diversos productos, que se encargan de resaltar sus excelencias, sí, pero también sus puntos flacos.

Las redes son diálogos, conversaciones. En Facebook, los usuarios intercambian opiniones y experiencias sobre los productos de los que son ‘fans’. La hermana mayor de Mark Zuckerberg, fundador de esta red social, Randi Zuckerberg (29 años), estuvo en octubre en España para asistir al congreso “El ser creativo” en Madrid y subrayó que con esta filosofía “Facebook ha reinventado el marketing”.

Así pues, en una red social no se debe intentar “vender” nada, ni atosigar a los usuarios para convencerles de las bondades de algo. No hay que intervenir exclusivamente en un solo sentido para defender o promover una idea de manera monográfica. Sería tan monótono como inútil.

Cuando pretendamos hacer llegar a los demás los valores positivos de alguien o de algo, hay que ser claro, transparente, honrado y sincero; admitir que nada ni nadie es perfecto y tener sentido de la crítica, y de la autocrítica, con rigor y seriedad. Es imprescindible no perder nunca la capacidad de escucha. “¡Empatiza!”

5º.- Lenguaje y destreza con las herramientas

De la misma manera que conviene saber el idioma del país que uno visita cuando viaja por el extranjero, es imprescindible estar al día del lenguaje utilizado en una red social, para no “perderse” en la forma de comunicarse con los demás usuarios y para evitar malentendidos.

Hay que estar, además, familiarizado con las herramientas más importantes con las que una comunidad interactúa en una red social, como hay que saber conducir cuando uno maneja el volante de un coche.

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