Muchos
gurús de la economía, profesionales del mentoring y asesores de negocios nos
advierten de que las crisis son para aprovecharlas en nuestro propio beneficio.
Crisis es cambio, metamorfosis, por tanto los más avispados la utilizan para
transformar lo negativo en presuntamente positivo. Lo que creo más bien es que
lo que se producen muchas veces son mutaciones profesionales. Y de esta forman
surgen nuevos negocios a raíz de los déficits soportados por los trabajos clásicos
que entran en dificultades de superviviencia.
El espectáculo debe continuar |
Rebuscando
en los entramados de los inestables mercados en transmutación, se pueden
encontrar algunos de los nuevos oficios auspiciados por la crisis
económico-laboral. Veamos unos ejemplos.
Asesor
de negocio de gorrillas. Debido al descenso en el
uso del automóvil corriente, los aparcamientos urbanos gestionados por los
populares gorrillas apenas tienen movimiento por lo que estos están teniendo
problemas para conseguir facturaciones pasadas. Es por ello que han aparecido
los llamados asesores de gorrilas que les facilitan la búsqueda y el acceso a
nuevas zonas de estacionamiento en lugares residenciales más opulentos donde
poder gestionar los aparcamientos de las visitas a mansiones de privilegiados,
de empleados de empresas aun en alza y o de socios de clubs deportivos
selectos.
Adivinadores
del pasado. Los “tarotianos” que hasta ahora
llenaban horas de pantalla para adivinar el futuro en diferentes aspectos de la
vida a incautos necesitados de optimismo han visto reducir su número de adeptos
a menos del 20% respecto a épocas anteriores. Esto es debido a la imposibilidad
de vaticinar ningún futuro dado que ya nadie se atreve a indicar cuál será el
definitivo año de salida de la crisis: no hay cartomancia que pueda con ello.
Por este motivo muchos de estos adivinadores han trasladado sus conocimientos a
predecir el pasado, algo que aun pareciendo sencillo, no lo es debido a que no
es fácil averiguar cuál fue el verdadero
origen de la crisis (y esta es la cuestión más solicitada por los clientes).
Hijo
de cristalero. Este nuevo oficio se está extendiendo
muy rápidamente entre jóvenes que ofrecen servicios de transparencia y
autenticidad a todas aquellas instituciones públicas, fundaciones, bancos y altas
empresas que no deseen caer en las corruptelas y las falsedades documentales. A
través de estos profesionales se podrán ver con mayor claridad las actuaciones
que realicen los componentes de tales organizaciones.
Broker
de buena suerte. Tras el giro de gran parte de la
población (básicamente la más afectada por las consecuencias de la crisis)
optando por buscar que la suerte les provea de los medios económicos que el
trabajo no les proporciona, un nuevo grupo de profesionales han saltado a la
escena laboral. Son los llamados brokers de la suerte que gestionan los
intereses de los que más apuestan y les asesoran y recomiendan sorteos,
loterías, concursos y juegos en los que conseguir mayores probabilidades de
ganar. No obstante, dado que cobran porcentajes sobre las ganancias, es una
profesión difícil de rentabilizar en vista de que las loterías existentes
ofrecen rentabilidades (basadas en posibilidades de acertar) terriblemente bajas.
Total,
que como dice el refrán: no hay mal que por bien no venga. Y es que siempre se
cumple la máxima de que si algo entra en decadencia, lo contrario empieza su esplendor.
En
fin, las dosis de humor y optimismo no deben dejar nunca de acompañarnos. Alguien
dijo una vez: "El optimista siempre tiene un proyecto. El pesimista
siempre tiene una excusa."
Ángel Luis Herrero
Socio Consultor
en InnoSIB
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